Muchos hemos olvidando que la nochebuena celebra la llegada de Jesús a la tierra para esparcir amor y que las bendiciones son para los ricos, los pobres, los niños, los adultos y los viejitos.
El jueves 9 de diciembre pasado, Hugo Chávez introdujo ante la Asamblea Nacional un proyecto de ley que castigaría el uso de la Internet y las redes sociales que envíen “mensajes irrespetuosos a los poderes públicos».
Están de moda las “fiestas del bótox”, clandestinas e ilegales, en donde invitan a médicos sin recatos para que les inyecten la bacteria del botulismo o infiltrarles en los labios sustancias, volviéndolos gruesos y carnosos como los de Angelina Jolie.
Su líder visible es Julian Assange, un ex hacker convicto, egocentrista, quien hizo parte del grupo de piratas informáticos “subversivos internacionales”. ¿Qué intereses persigue? ¿Pretende burlarse del mundo?
Recientemente olvidé una botella medio llena en mi maletín de mano y en el momento en que la descubrieron me ofrecí a beber el sobrante para demostrar mi inocencia, pero esa intención la vieron amenazante, por lo cual tuve que someterme a una revisión exhaustiva e invasiva de la intimidad lo que descubrió, ante la mirada de otros pasajeros, mis “secretos” personales.
No defiendo el capitalismo salvaje. En cambio creo que los dirigentes de este continente deberían crear un sistema político de capitalismo popular, respetando la democracia y la justicia social, sin ambiciones personales.
Estos tratos crueles, inhumanos y degradantes, fueron parte de la instrucción académica impartida por expertos estadounidenses a oficiales de los ejércitos de Latinoamérica, desde Guatemala hasta Argentina, con el fin de combatir el comunismo. Le llamaban “altos estudios”.
Los responsables del impacto económico son otros diferentes a Obama, empezando por la ultraderecha que generó desconcierto contra el gobierno actual para retomar su posición de batalla retrógrada moralista, manipulando a los votantes.
Daniel Ortega, un gobernante impopular, está llevando al país hacia una confrontación que podría provocar el derramamiento de sangre inocente.
Pero, estudios han demostrado que las víctimas guardan silencio por el pánico interior a ser apaleadas con más fuerza; también por miedo a perder su posición económica y social, o a ser vistas en la familia o la comunidad como cobardes y fracasadas. Asimismo pudiera ser aprensión a ser abandonadas y enfrentar una vida sola.
Y hablando de paramilitares, hay que seguir indagando hasta dónde el ex presidente sabía de la supuesta complicidad de su primo y amigos suyos, con estos asesinos y narcotraficantes. Algún día tendrá que revelarse si hubo una alianza con las autodefensas para llevarlo al poder en su primer mandato y a una gran parte del Congreso.
La actitud del presidente Rafael Correa fue sobreactuada. Hizo el papel de verdulero en plaza de mercado, desgarrándose las vestiduras y gritando: ¡mátenme! Poco antes provocó a los huelguistas en la calle retándolos a liarse a puñetazos.