Jojoy era malo y mentiroso. En una entrevista que le hice en febrero de 2001, prometió a las familias liberarles a sus parientes secuestrados “rápido y urgente”. Pero, pasaron años hasta que el ejército fue quien los rescató; todavía hay retenidos en la selva.
No hay que permitir que la algarabía que nos embriaga por el bicentenario en Latinoamérica, se vuelva un teatro para encubrir errores que se repiten como un deyavú desde cuando los antepasados quisieron libertarnos, pero nos llevaron a padecer esclavitud constante.
Mis amigos árabes dicen que al mismo gobierno que armó una guerra buscando inexistentes armas químicas, sólo por control geopolítico y para rebajar el valor de la gasolina en su país. Los judíos ratifican que fueron los terroristas árabes que no poseen corazón ni razón.
Uno de los proveedores importantes de cocaína a los carteles mexicanos es la guerrilla de las Farc, que también ofrece su destreza en terrorismo, mandando a subversivos que adiestran a sicarios.