Lo asombroso es que la necesidad puede estar frente a los ojos y no la ven por esa insensibilidad latente en los espíritus. No solo me refiero a la miseria manifiesta que sufren los pueblos latinoamericanos, sino a la pobreza que ahora también padecen millones de personas, quienes en los últimos años vieron esfumarse los esfuerzos de su trabajo, a causa de la codicia de banqueros, dirigentes y empresarios.
Pareciera que se venera la violencia. El crimen y el odio que ven a diario en los medios de comunicación, en el cine o lo practican en los videojuegos, algunos lo quieren imitar como autómatas, soñando con hacer parte de ese universo sangriento, irreal e impasible, el cual copian a manera de desahogo de sus rencores contra algo o alguien.
Desarraigar el comunismo, incrustado en la médula de la nación, desde el sistema educativo, la salud, la burocracia neo-burguesa, hasta persuadir a las fuerzas armadas que apoyar a Chávez ha sido el peor error histórico de su historia, será tan difícil como extirpar la malignidad de los tumores que, supuestamente, han ido diezmando la energía y fortaleza del perturbado líder.
Por otro lado, el fin del mundo lo sufren los corazones perversos y codiciosos. Los seres egoístas. Lo padecen quienes eligieron el camino de la promiscuidad, la mentira, el odio, la venganza, la ambición y la indiferencia social. Lo viven quienes arman guerras por el petróleo y los que se dedican al narcotráfico esparciendo por el mundo la muerte del alma.
Al rayar el alba vi surgir la luz del día. Mis ojos no podían congelar en el tiempo el resplandor que en fragmentos de segundos modificó mi retina, pero por igual alteró, para bien, mi pensamiento. Surgió una imagen multicolor, placentera y feliz. En mi mente comencé a escuchar risas y canciones y a ver figuras imaginarias de mis hijos jugando en la arena.
Sin embargo, ahora ha surgido un espíritu nacionalista con falsos orgullos y algunos hasta piden desconocer el fallo, como el ex mandatario Álvaro Uribe, quien con su estilo camorrista (Cuando en el pasado dijo que la decisión de La Haya había que acatarla), pretende instigar al presidente Juan Manuel Santos a una confrontación, lo cual sería adverso, no solo contra el derecho internacional, sino por la imagen de Colombia en el exterior que tanto preocupa a mis paisanos, generando un ambiente bélico inapropiado, peligroso e injusto para los humildes pescadores y los ciudadanos raizales de esas islas.
El abuso en el consumo de la marihuana puede generar problemas cognitivos y desórdenes mentales, dicen los científicos que estudian sus efectos. Ese es otro tema clínico que habría que analizar más a fondo, antes de legalizarla, pero, muchos conocemos a consumidores sociales que llevan una vida aparentemente normal. ¿Son un peligro para la sociedad? Lo son quienes abusan del alcohol y conducen irresponsablemente.
En los próximos meses Barack Obama no podrá fallarles y así como hizo posible parte del “Dream act” (Acta de los sueños) para estudiantes sin papeles, deberá proponer una verdadera y definitiva reforma migratoria que le permita a los indocumentados poder legalizar su estatus, trabajar con un sueldo bien remunerado y obtener una licencia de conducir para que policías racistas no se ensañen con ellos.
Toda esa paranoia social, conjugada de manera perfecta con el espíritu superficial y frívolo de muchos estadounidenses, se acrecentó después de que un hombre en Miami devorara el rostro de un indigente, frenético por una nueva droga que se ofrece como sales aromáticas y se vende libremente en las estaciones de gasolina.
Para distanciar el voto hispano, los golpes más duros lo dan los republicanos que hacen creer a los electores que Obama falló al no ayudar a los inmigrantes indocumentados. Sí es cierto que cuando pudo con una cámara de representantes en su mayoría demócrata, no presentó la reforma migratoria a tiempo, pero también es innegable que son los republicanos quienes más se oponen a legalizar alrededor de 11 millones de indocumentados
Las Farc sorprendieron en el primer encuentro al destapar un vocero oculto, Iván Márquez, un rebelde radical y guerrerista que se ha opuesto a ceder en el pasado, quien comenzó beligerante diciendo que “Sin justicia social la paz será una quimera”. Sí, eso es cierto, pero, repito, las Farc tienen que darle la cara a las víctimas. Márquez pareciera solo ver las culpas ajenas: “El que se debe someter a un marco jurídico para responder por delitos atroces es el Estado”, dijo.
Sin dejar que la oposición se levante del golpe, el chavismo amenazó que la revolución socialista se radicalizará; entonces, debemos preocuparnos porque habrá más persecución a la prensa y expropiaciones con el sofisma de que es la riqueza recuperada para el pueblo, pero es mentira, porque quienes viven con lujos y derroche son los que están en el poder, los “boliburgueses”.