Yo espío, tú espías, todos espiamos

¡Qué gran novedad! Esto no era un secreto y tampoco un embuste de los activistas antiamericanos que han repetido sin cesar que a todos nos vigilan desde hace mucho años. Solo con poseer un celular nuestra privacidad es vulnerada. Hay cámaras viéndonos por todos lados. El GPS es un espía móvil y la tarjeta de crédito delata a quienes pretenden echarse una canita al aire en un motel con una rubia americana o una morena latina, sean o no pro o contra comunistas.

Miami, ciudad rompecorazones

En medio de esta babilonia, rondan las cazadoras de fortunas y los cazadores de aventuras. Las unas buscando un hombre rico que les pague sus lujos a quienes llaman “patrocinadores” y los otros, engañando a mujeres ingenuas para pasar solo una noche de copas con ellas, quienes terminan divorciadas y quedándose sin la soga y sin la ternera. Es como un pecado que se vuelve común, corriente y nadie siente pena por cometerlo.