Convirtamos cada día en el comienzo de un nuevo año lleno de planes reales que cumpliremos porque estamos convencidos de ello y que no sean solo promesas al viento que se olvidan por la pereza o echándole la culpa a otros.
Cada fin de año, los papás y las mamás se enfrentan a un dilema de cómo satisfacer a sus hijos y explicarles que, a pesar de los difíciles tiempos, el Niño Dios o el Papá Noel o los Reyes Magos, siguen siendo generosos.
El gobierno de los Estados Unidos debió dar ejemplo. Los países que dicen respetar los Derechos Humanos y que condenan la violación de estos derechos fundamentales, no pueden caer en la misma bajeza de los terroristas. Lo asombroso no es que se haya revelado un secreto a voces. Lo que indigna es el silencio que […]
Chespirito se fue dejándonos varias lecciones de vida: una de éstas es cómo, de manera sencilla y sincera, se puede divertir a la gente sin morbosidad y vulgaridad. Otra es que, haciendo chistes blancos, también se puede alcanzar una alta sintonía.
Esta guerrilla no representa al pueblo, ni siquiera a una minoría. Se representa a sí misma. No obstante, desde que el gobierno se sentó a la mesa para hablar de paz, favoreciéndola, se ignoran y se pisotean códigos jurídicos, morales y éticos.
Por años la televisión y el cine han aleccionado a ciertas mujeres para que busquen un hombre rico y poderoso con el propósito de que las sostenga, cuando lo más valioso en una dama es su independencia y libertad.
El mexicano rural y campesino, el obrero y trabajador, sufre día a día para poder llenar el plato de comida, mientras la criminalidad se tomó la policía y varios gobiernos municipales, castigando al país en una crisis que parece difícil de atajar.
Sin lugar a dudas, hay una pandemia mundial de corrupción. Todos somos cómplices por acción u omisión e hipócritas porque lo sabemos y no hacemos nada para resolverlo.
Colombia merece la oportunidad de vivir en paz, como también las víctimas de la guerra merecen justicia. Boicotear la negociación en La Habana, como se empeña tercamente el expresidente Álvaro Uribe, es antipatriótico y de cierta manera mezquino.
Depender del petróleo para mantener una estabilidad económica, es algo que tienen que evaluar los países como México y Venezuela porque la volatilidad de sus precios es un riesgo social que no se puede correr en tiempos difíciles.
Ha fallado el sistema médico. Ha fallado el estricto y a veces insólito esquema de seguridad de los Estados Unidos que no nos permite ni siquiera subir una botella de agua a un avión y está fallando la ciudadanía que todavía ve lejano el peligro aunque pudiese toparse frente a frente con él en cualquier lugar público del mundo.
Aunque los médicos recomiendan lavarse las manos de manera constante para reducir la posibilidad de contagios, pronto aparecerán misteriosamente otras enfermedades que ni el jabón ni el agua las eliminarán.