Colombia merece la oportunidad de vivir en paz, como también las víctimas de la guerra merecen justicia. Boicotear la negociación en La Habana, como se empeña tercamente el expresidente Álvaro Uribe, es antipatriótico y de cierta manera mezquino.
Depender del petróleo para mantener una estabilidad económica, es algo que tienen que evaluar los países como México y Venezuela porque la volatilidad de sus precios es un riesgo social que no se puede correr en tiempos difíciles.
Ha fallado el sistema médico. Ha fallado el estricto y a veces insólito esquema de seguridad de los Estados Unidos que no nos permite ni siquiera subir una botella de agua a un avión y está fallando la ciudadanía que todavía ve lejano el peligro aunque pudiese toparse frente a frente con él en cualquier lugar público del mundo.
Aunque los médicos recomiendan lavarse las manos de manera constante para reducir la posibilidad de contagios, pronto aparecerán misteriosamente otras enfermedades que ni el jabón ni el agua las eliminarán.