Los carteles del petróleo

Ceden el usufructo del subsuelo a extranjeros -propiedad del Estado, es decir, del pueblo-, recibiendo miserables regalías, en relación a las grandes ganancias que deja el negocio. Después, las petroleras nos venden la gasolina refinada a alto precio, diferencia de valor que al final sufragamos todos los que llenamos el tanque del carro. Se paga caro y no se reciben los beneficios que prometen en salud, en educación, alimentos y en progreso, porque el dinero se queda en el camino, en manos de corruptos.

La triste cara de latinoamérica

Lo mismo sucede en Guatemala, México, Honduras y otros países latinoamericanos, que en contradicción hacen parte de una noticia “positiva”, después de un estudio realizado por la Comisión Económica de la ONU para la región y la Organización Mundial del Trabajo, el cual da un resultado optimista: El desempleo en América Latina y el Caribe se redujo 0,6 puntos en 2010 y se prevé que continúe haciéndolo este año