La pandilla de militares involucrados en el trasiego de la cocaína por Venezuela, es mucho más grande de lo que parece. Es el Cartel de los Soles, o mejor, el Cartel Chavista.

En un país anarquizado por el mismo Estado no hay manera de controlar a oficiales y a suboficiales de las fuerzas armadas al servicio del crimen. Por otra parte, el gobierno no lo hace porque estos sujetos corruptos escudan al régimen a cambio de beneficios conferidos por la tiranía.
Sin embargo, la captura del General retirado Hugo Carvajal en Aruba, quien estuvo a punto de ser extraditado a los Estados Unidos, es un campanazo de alerta para los militares corruptos venezolanos quienes tendrán que comenzar a temer e irse preparando porque sus crímenes podrían estar en camino hacia la justicia. Impunidad no habrá.
Lo que pasó con Carvajal, quien no merece el rango de General porque es, de acuerdo a las acusaciones, parte de una red criminal dentro de las fuerzas armadas venezolanas, pone a temblar a los traidores a la patria que están convencidos de que su poder es invencible y que saldrán bien librados ondeando la bandera de la revolución bolivariana.
Carvajal ha sido un alfil dentro del chavismo. Convenientemente en 2012 lo encargaron de la Oficina Nacional Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al terrorismo. Tras de ese significativo título al parecer se escondió un auténtico delincuente, quien fue servidor y leal a Hugo Chávez hasta su muerte.
Antes, cuando comandó la Dirección de Inteligencia Militar, hay testimonios que dicen que ordenó la tortura y el asesinato de dos soldados colombianos que seguían a guerrilleros de las Farc en Venezuela. Supuestamente los mataron para proteger a los socios comunistas.
Este individuo quien ha sido vigilado por años por agentes de la DEA y hasta de la CIA, tiene un extenso prontuario (Indicment) en el Departamento de Justicia debido a su participación en operaciones de narcotráfico, lavado de dinero y por el apoyo a las Farc, grupo rebelde que usa el territorio venezolano para sacar parte de la cocaína que produce.
Carvajal no solo le ha hecho daño a su país, también es un enemigo de Colombia porque protegió y ayudó a esos subversivos y a narcotraficantes como confirman las autoridades estadounidenses hizo con Wilber Varela, alias Jabón, un poderoso narco del Cartel del Norte del Valle que se ocultó en Venezuela y reubicó sus operaciones criminales desde ahí. Se sospecha que Varela fingió su muerte con el contubernio de Carvajal.
Carvajal fue devuelvo a su país por un tecnicismo diplomático, acomodado a las circunstancias económicas. En la Shell, empresa anglo-holandesa con intereses de Rusia y Venezuela, millones de holandeses tienen invertidos sus fondos de retiro. No fue liberado porque los cargos de la justicia estadounidense fuesen inventados. Nicolás Maduro había advertido a Holanda que su país reconsideraría los acuerdos energéticos.
Las Farc habrían perdido a un eslabón importante que hubiese perjudicado sus negocios ilegales, aunque es bien sabido por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos que la pandilla de militares involucrados en el trasiego de la cocaína por Venezuela, es mucho más grande de lo que parece. Es el Cartel de los Soles o mejor el Cartel Chavista, que ahora lo pensarán dos veces antes de viajar al exterior.
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