El temor invade a Centroamérica por el chavismo acechando

El modelo chavista demostró su fracaso más rápido que el cubano. Lo están viviendo hoy los venezolanos en carne propia y a un alto costo. No es un sistema social, sino populista y opresor, sin ninguna esperanza para el pueblo.

José María Villalta y Salvador Sánchez
José María Villalta y Salvador Sánchez.

Los peligros contra la democracia acechan a Centroamérica y los blancos ahora son El Salvador y Costa Rica. Dicen que las campañas de dos candidatos han sido seducidas por una ideología extranjera y no me refiero al rancio comunismo, fracasado y decadente, sino al socialismo del siglo 21.

¿Qué es el socialismo del siglo 21? Un nuevo estilo de servirse del populismo tradicional para usurpar el poder del Estado, a través de la democracia, manipulando e interpretando la Constitución y las leyes con el fin de adueñarse del poder.

En El Salvador, el candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional –FMLN-, Salvador Sánchez, es uno de los cautivados. Aunque aparenta ser un abuelo buenazo, fue un guerrillero de los duros, con fuertes lazos con la insurgencia colombiana de las Farc, señalada por organismos internacionales como terrorista y narcotraficante.

El otro candidato es el sagaz y lúcido joven, a veces un poco respondón, José María Villalta, del Frente Amplio de Costa Rica, a quien le temen por su presunta simpatía por el chavismo.

Al cuestionarlo sobre si convertirá al tranquilo país en otro bastión de la revolución bolivariana, dijo que no se puede comparar a Costa Rica con Venezuela porque tiene una historia democrática sólida y las instituciones funcionan de manera distinta. Una respuesta lógica e inteligente. Por otra parte, en Costa Rica no hay un ejército que respalde los desmanes de un gobierno autoritario.

Sin embargo, discursos similares los hemos escuchado en el pasado en otras latitudes y la realidad nos ha dejado perplejos. Hay que preocuparse si es otro paladín del socialismo del siglo 21, porque si admira esa ideología equívoca, sin lugar a dudas emplearía estrategias chavistas para gobernar y cambiar las leyes con el fin de atornillarse en el poder. Pero recuerden, es hasta donde el pueblo lo permita.

La mayor parte de sus opositores están con miedo, pero consulté expertos que conocen a Villalta y no piensan que sea un peligro para la democracia costarricense. Ha sido uno de los más eficientes en la Asamblea Legislativa y aunque en el pasado aceptó abiertamente identificarse con el comunismo, habría que analizar cómo aplicaría un sistema fracasado a una nación que aparenta ser madura políticamente.

Sin embargo, hay que vigilar el interés del chavismo por afianzarse en Centroamérica porque Costa Rica sería un suculento bocado para los socialistas del siglo 21. No se sabe si la revolución bolivariana ha entregado dinero a la campaña de Villalta. Esa es una práctica habitual chavista, seducir con plata a líderes del exterior para alianearlos a su ideología, como si le sobrara el dinero a Venezuela.

En El Salvador lo hace a través de Alba Petróleos, una compañía de economía mixta liderada por el FMLN, el partido gobernante. Es raro que un grupo político tenga en sus manos el manejo de los negocios petroleros y se lucre particularmente con las ganancias.

Una investigación revelada por el diario ABC de España, dice que el FMLN salda las deudas contraídas con la PDVSA, la petrolera venezolana, con cargamentos de café pagados a precios sobredimensionados. Gran parte de ese dinero llega en efectivo. ¿A qué bolsillos va?

Habría que indagar más si lo que dicen de Villalta en Costa Rica es una campaña de miedo auspiciada por sus rivales al verlo subir en las encuestas. Sería muy peligroso que el pueblo costarricense se arriesgue eligiéndolo si los rumores son ciertos. Pero también sería desastroso no darle la oportunidad si es un candidato sincero.

La gente teme porque sabe los resultados cuando los pseudo-caudillos llegan a gobernar: Nacionalización de empresas, expropiación o compra de medios de comunicación, como en Nicaragua o lo que ocurre en Venezuela: escases de carne, leche y papel higiénico.

El modelo chavista demostró su fracaso más rápido que el cubano. Lo están viviendo hoy los venezolanos en carne propia y a un alto costo. No es un sistema social, sino populista y opresor, sin ninguna esperanza para el pueblo.

Raúl Benoit
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Raúl Benoit

Periodista y escritor colombiano de origen francés. Se ha destacado en televisión latinoamericana, como escritor de libros y columnista de periódicos del mundo.

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