Lluvia de verdes en Colombia

Tal vez en ese inusitado ingreso de dineros calientes pudiera estar la explicación del “error” de las encuestas que pronosticaban una reñida batalla final.

Antanas Mockus y Juan Manuel Santos.
Antanas Mockus y Juan Manuel Santos.

No fueron los empresarios cerveceros, tampoco los cafeteros y mucho menos los industriales azucareros. La plata llegó a Colombia proveniente de negocios que la gente prefiere ignorar.

Sin percatarse de lo que sucede, mi sobrina se alarmó cuando envió dólares a Cali para ayudar a la familia, porque se los cambiaron a bajo precio, debido a que el mercado está inundado de verdes.

Esto ha generado una irregular revaluación del peso colombiano, perjudicando las exportaciones y las remesas del exterior, como la de mi sobrina.

Una fuente de la DEA dice que autoridades tienen conocimiento que miles de millones de dólares entraron en contenedores en el último año. También se sabe que ingresaron por el sistema financiero en forma reglamentaria. ¿Para qué tanto billete? ¿El dinero ilegal volvió a ser protagonista de la financiación de campañas electorales?

Ernesto Samper fue candidato en 1994. Al ganar, los perdedores denunciaron que el cartel de Cali financió la campaña. Samper fue juzgado en el Congreso y absuelto, pero él me admitió afligido en una entrevista que ese dinero del “regalo” mafioso sí entró, pero sin su conocimiento. Sin duda esto ayudó a que los subalternos pagaran gastos publicitarios, logísticos y hasta compra de votos.

No quiero ser portador de malas noticias pero algo oscuro pudo haber ocurrido en esta primera vuelta electoral del domingo 30 de mayo en Colombia.

Tal vez en ese inusitado ingreso de dineros calientes pudiera estar la explicación del “error” de las encuestas que pronosticaban una reñida batalla final.

Me asustaría comprobar que fuera similar a lo de 1994, ahora propiciado por narcotraficantes parapetados como paramilitares, que intentan mantener en el poder a alguien de su utilidad y gusto, y por ciudadanos que optan por vender su alma agotados de la violencia subversiva.

Tampoco deseo creer que Juan Manuel Santos se dejara meter ese gol a sus espaldas, como ocurrió con Samper.

No estoy en contra de Santos. Me acerqué más a él después de ver el ritual extático de Antanas Mockus en la noche en que perdió la primera vuelta. Me da escalofríos cada vez que repito el video donde se asemeja más a un predicador exorcizando que a un candidato presidencial.

Santos también es avispado, no tan creativo como Mockus, pero diestro luchador contra el terrorismo personificado en la guerrilla comunista que tanto daño le hace a Colombia.

Además, es uno de los pocos que podría lidiar a Hugo Chávez contra su espíritu guerrerista. No en vano el bufón venezolano intentó entrometerse en la campaña colombiana, asustando a mis paisanos en su intención de voto, amenazando con vientos de guerra si Santos sube al poder.

Admito que me seduce Santos, pese a la campaña “pícara” (sucia) contra Mockus, comprando periodistas que ponen trampitas tergiversando respuestas en las entrevistas, porque me da pavor que, en un arranque de locura, Mockus incite a Chávez a bajarse los pantalones, ofreciendo su trasero a los hermanos Castro de Cuba.

Lo único que le pido a mis paisanos es que el 20 de junio escojan bien. No sería bueno que Chávez defina el destino del país, pero tampoco deseo que la delincuencia organizada siga en las sombras del poder.

Raúl Benoit
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Raúl Benoit

Periodista y escritor colombiano de origen francés. Se ha destacado en televisión latinoamericana, como escritor de libros y columnista de periódicos del mundo.

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