Pequeños con decisión gigante

Si los republicanos se proponen regresar a la Casa Blanca tendrán que ser los primeros en ceder ante temas tan álgidos como la legalización de indocumentados y tan fuertemente ligados a la moral y a la ética como el matrimonio gay y el aborto.


Despertando como un gigante dormido, los hispanos de los Estados Unidos fueron a las urnas de una manera importante y entusiasta, marcando un rumbo distinto en la política nacional de este país.

El cimbronazo que recibieron los partidos políticos, en especial el tradicionalista partido republicano, los hará replantear estrategias y los obligará a conducir a una mejor y justa atención de las minorías.

Los asesores de los candidatos ya habían analizado esta nueva tendencia y en las últimas semanas enfocaron toda su fuerza publicitaria y demagógica hacia los latinos, porque su voto sería decisivo como lo fue.

Ahora la fiscalización será mucho más aguda y la competencia para obtener resultados en el caso republicano y mantenerse en el poder, por parte de los demócratas, será más minuciosa con el fin de conservar la simpatía de los inmigrantes.

En los próximos meses Barack Obama no podrá fallarles y así como hizo posible parte del “Dream act” (Acta de los sueños) para estudiantes sin papeles, deberá proponer una verdadera y definitiva reforma migratoria que le permita a los indocumentados poder legalizar su estatus, trabajar con un sueldo bien remunerado y obtener una licencia de conducir para que policías racistas no se ensañen con ellos.

La lucha será difícil contra una clase dirigente que protege a empresarios y empleadores abusivos que ganan mucho dinero pagando bajos sueldos. La pelea será ardua contra ultraconservadores quienes, aunque provienen de migraciones pasadas, creen ser los únicos dueños del derecho de llegar a progresar en estas tierras. El egoísmo que embarga a ciertos ciudadanos no les permite ver más allá de sus parcelas.

Por otra parte, los estadounidenses tienen que reflexionar sobre los grandes cambios culturales y sociales que muestran los resultados electorales. A Obama, no solo lo eligieron los hispanos. También hacen parte de su triunfo otras minorías como los afro-americanos que ven una esperanza en él y no por una simpatía de color, sino por su plan social que favorece la salud, el empleo, los salarios, bajos impuestos para los pobres y plan de subírselos a los ricos.

Igualmente, otro sector social que ayudó a Obama a continuar en la Casa Blanca es la comunidad gay y las miles de millones de personas, especialmente jóvenes, que tienen un pensamiento audaz y que se autoproclaman pro gais. Esos ciudadanos a favor de temas como el matrimonio entre personas del mismo sexo, el privilegio de adoptar de parejas homosexuales y los que exigen libertades individuales como el derecho de la mujer al aborto, fueron los pequeños grupos con una decisión gigante que podrían ser artífices de este camino diferente que una gran parte de los ciudadanos quiere que tome los Estados Unidos.

Si los republicanos se proponen regresar a la Casa Blanca tendrán que ser los primeros en ceder ante temas tan álgidos como la legalización de indocumentados y tan fuertemente ligados a la moral y a la ética como el matrimonio gay y el aborto.

Pero no solo los republicanos tendrán que atender las necesidades de ese nuevo orden político. También ciertos demócratas, que a pesar de su cruzada conquistadora, durante los 4 años de gobierno de Obama, fallaron en cumplir promesas y ahora están obligados.

Raúl Benoit
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Raúl Benoit

Periodista y escritor colombiano de origen francés. Se ha destacado en televisión latinoamericana, como escritor de libros y columnista de periódicos del mundo.

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