Mi mamá diría: “te vas a meter en camisa de once varas”, porque escribir de religión es meterse en problemas. No me confieso desde que cumplí 18 años. A esa edad, confundido, surgieron dudas teológicas, pero eso sí, sin perder la fe. Me parecía ridículo arrodillarme en esas cabinitas de iglesia y contarle al sacerdote […]