Yo espío, tú espías, todos espiamos

¡Qué gran novedad! Esto no era un secreto y tampoco un embuste de los activistas antiamericanos que han repetido sin cesar que a todos nos vigilan desde hace mucho años. Solo con poseer un celular nuestra privacidad es vulnerada. Hay cámaras viéndonos por todos lados. El GPS es un espía móvil y la tarjeta de crédito delata a quienes pretenden echarse una canita al aire en un motel con una rubia americana o una morena latina, sean o no pro o contra comunistas.

Miami, ciudad rompecorazones

En medio de esta babilonia, rondan las cazadoras de fortunas y los cazadores de aventuras. Las unas buscando un hombre rico que les pague sus lujos a quienes llaman “patrocinadores” y los otros, engañando a mujeres ingenuas para pasar solo una noche de copas con ellas, quienes terminan divorciadas y quedándose sin la soga y sin la ternera. Es como un pecado que se vuelve común, corriente y nadie siente pena por cometerlo.

Hispano sí come hispano

Ninguna comunidad es tan agresiva y competitiva entre sí como la de los latinos en los Estados Unidos. Escucho a venezolanos quejándose de sus paisanos porque son individualistas; a colombianos despotricando de los vecinos que afirman hacen lo imposible para perjudicarlos; a centroamericanos que riñen como perros y gatos y hasta he oído a cubanos, que se supone son los más unidos del sur de la Florida, hablando mal de su familia, aunque me consta que cuando llegan de la isla a Miami, a la semana siguiente tiene cama y trabajo.

Campaña de falsedades

Para distanciar el voto hispano, los golpes más duros lo dan los republicanos que hacen creer a los electores que Obama falló al no ayudar a los inmigrantes indocumentados. Sí es cierto que cuando pudo con una cámara de representantes en su mayoría demócrata, no presentó la reforma migratoria a tiempo, pero también es innegable que son los republicanos quienes más se oponen a legalizar alrededor de 11 millones de indocumentados

El pequeño gran pretexto

La rabia no se propagó sola. Grupos extremistas lo planearon todo. Primero, no fue coincidencia que ocurriera en los días del onceavo aniversario de las torres gemelas en Nueva York. Segundo, de acuerdo a la Casa Blanca, hay evidencias que en Bengasi estuvieron involucrados miembros de Al Qaeda. El plan era contrarrestar las operaciones de inteligencia y contrainteligencia, porque desde Libia operaban agentes y contratistas de la CIA que desempeñaban un papel crucial en la vigilancia y recopilación de información sobre grupos terroristas de la región.