No es solo la pobreza que lleva a los menores de edad a caer en el infierno de la prostitución, sino la falta de valores morales y religiosos en familias, cuyos padres desamparan a sus hijos o los entregan por plata o los obligan a ir a las calles para que consigan dinero a cualquier costo.
En Colombia, más de 15 mil niños mueren al año por enfermedades asociadas a la falta de alimentos. Alrededor de 500 mil (13% de la población infantil) sufren desnutrición crónica, que es el comienzo; después vienen las enfermedades y en algunos casos la muerte. En Centroamérica, países como Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador, tienen más de 8 millones de personas aguantando hambre.
Lo mismo sucede en Guatemala, México, Honduras y otros países latinoamericanos, que en contradicción hacen parte de una noticia “positiva”, después de un estudio realizado por la Comisión Económica de la ONU para la región y la Organización Mundial del Trabajo, el cual da un resultado optimista: El desempleo en América Latina y el Caribe se redujo 0,6 puntos en 2010 y se prevé que continúe haciéndolo este año
El problema del hambre se extiendo por todo el continente americano, mientras las familias adineradas o ‘acomodadas’ y los países ricos como Estados Unidos, ignoran la necesidad ajena o ponen trabas burocráticas para impedir que se activen programas de emergencia de ayuda internacional.
Para mi neófito entender, la culpa no es del petróleo, sino de la vergonzosa flojedad social y humana de ciertos dirigentes y políticos mexicanos, despreocupados por los pobres que aumentan ante sus ojos todos los días en las calles de las ciudades
En esta época navideña, en donde muchos pretenden ser generosos, tenemos una oportunidad de practicar la caridad. Empecemos por derrotar la indiferencia.
Nunca debemos juzgar a nadie por su condición, aunque la piel de ciertas personas como esa niña, esté manchada para siempre con color ocre, adquirido por el sol y el polvo de la calle y lo cual la estigmatiza injustamente como indigente, drogadicta y hasta peligrosa.