La carnada perfecta

Maduro y Cabello son dos personajes astutos que sacarán provecho de la partida de Chávez; el extinto será leyenda y en la historia quedará como el salvador del pueblo, cuando en vida se derrumbaría solo, como de hecho ya se estaba derrumbando. Ellos, los herederos, están haciendo un trabajo minucioso, vigorizando la leyenda para usarla como nueva carnada de incautos. Chávez los sostendrá desde el sepulcro.

La tragicomedia venezolana

Todos sabemos las tretas usadas en el pasado para llegar a este punto. Desde que asumió su primer mandato en febrero de 1999, elegido por el pueblo que confió en él cansado del pillaje de una clase dirigente corrupta, Chávez fue tejiendo la red para no volver a entregar la presidencia. Escribió su propia constitución y se apoderó de los puestos más vitales del gobierno, usando la democracia como método y escudo, lo cual permitió que se atornillara al poder.

Témanle al ilusionismo más que al ilusionista

Desarraigar el comunismo, incrustado en la médula de la nación, desde el sistema educativo, la salud, la burocracia neo-burguesa, hasta persuadir a las fuerzas armadas que apoyar a Chávez ha sido el peor error histórico de su historia, será tan difícil como extirpar la malignidad de los tumores que, supuestamente, han ido diezmando la energía y fortaleza del perturbado líder.

De rodillas ante el dictador

Sin dejar que la oposición se levante del golpe, el chavismo amenazó que la revolución socialista se radicalizará; entonces, debemos preocuparnos porque habrá más persecución a la prensa y expropiaciones con el sofisma de que es la riqueza recuperada para el pueblo, pero es mentira, porque quienes viven con lujos y derroche son los que están en el poder, los “boliburgueses”.

Las amenazas del fanfarrón

Las artimañas del dictador para preparar el terreno a su favor han sido variadas. La más evidente es el manejo de la supuesta enfermedad para que el pueblo lo compadezca. La otra es su transformación religiosa; ahora agradece a Dios los beneficios recibidos para seguir viviendo porque, de acuerdo a su chifladura, fue escogido para llevar a su pueblo al “paraíso” de la revolución del siglo 21.