Muchas veces los seres humanos no reaccionamos ante las consecuencias que estamos provocando, porque no son visibles ante nuestros ojos. Es como tener una enfermedad mortal y seguir viviendo en las tinieblas, ignorando la posibilidad de salvarse con sólo ir a un médico.
Desde hace algún tiempo me viene rondando en la cabeza el asunto de la pérdida de valores morales y éticos, tanto en la familia, como en el trabajo y en la sociedad en general. Suena un poco aburrido el tema, pero creo que los periodistas debemos poner el dedo en la llaga sobre estas enfermedades que aquejan a la sociedad actual y específicamente al ser humano.
Mi mamá diría: “te vas a meter en camisa de once varas”, porque escribir de religión es meterse en problemas. No me confieso desde que cumplí 18 años. A esa edad, confundido, surgieron dudas teológicas, pero eso sí, sin perder la fe. Me parecía ridículo arrodillarme en esas cabinitas de iglesia y contarle al sacerdote […]
Ecuador y Venezuela sacaron las uñas. Y no es porque sus pueblos quieran, sino porque quienes los representan lo demostraron en forma cínica, respaldando a los falsos revolucionarios colombianos, que reparten dolor y desolación a diestra y siniestra, incluyendo en esas naciones, donde extorsionan y secuestran. Me encontré en Washington con Peter Romero, ex subsecretario […]