Sentirse atrapado por dar amor o amistad es degradante. Tampoco uno debe creerse cautivo por el amor recibido. Amar no es una prisión. Amar es libertad.
Dora María salió triunfante, mientras a Ortega le faltó tacto y visión política, no sólo ignorando la protesta, sino amenazando con expulsar a diplomáticos porque supuestamente se inmiscuyen en asuntos internos. Ortega actúa como un dictadorcito en ciernes, pero la paciencia se agotó.
Justamente, esas ínfulas de grandeza son las que no los deja ver con claridad la crisis actual por la que atraviesa su nación.
Los miembros de la Fundación Nacional del Indio –FUNAI- de Brasil, no midieron las consecuencias al divulgar las fotos de cinco o seis seres humanos, lanzando inútilmente flechas al aire para “matar al pájaro grande”. Son imágenes patéticas. La supuesta buena intención de “demostrar su verdadera existencia” para protegerlos, expondrá a esta tribu a la hecatombe de la civilización que arrasa con todo lo que representa ganancias monetarias.