Por ese camino va Nicaragua y tal vez Honduras, porque las argucias sagaces de Chávez todavía siguen andando soterradamente en las calles de Tegucigalpa.
Que pena me dan todos los que se llenan la boca diciendo que son “los electores primarios que escogen el destino de sus naciones”, cuando en realidad, quienes están disponiendo de su futuro son los gobernantes que se apoderaron de la Constitución de cada país, moldeándola en forma mágica a sus ambiciones particulares.
Todos sabemos que la gripa común, otras enfermedades respiratorias e incluso la malaria, causan más muertos al año que lo que ha provocado la H1N1. Entonces, ¿Por qué tanto alboroto? Porque hay mucha plata de por medio.
Hay quienes aseguran que para proteger a los niños de depredadores sexuales y padres abusivos todo se vale, pero ¿no es más dañino arrebatar a un hijo del hogar con el pretexto de protegerlo y después pedir disculpas ante una eventual equivocación?
Lo que ocurre en la Selva Amazónica y en los bosques andinos es un verdadero “ecocidio” silencioso, pero esta triste realidad no frena el consumo de drogas ilegales, el cual está aumentando con desenfreno en los países productores, pero en especial en los Estados Unidos.