La cacería de hombres millonarios en Miami se ha vuelto un deporte común. La frivolidad de cierta mujeres con fantasías desmedidas que llegan de Latinoamérica en busca de una pareja, es aberrante y demuestra una vez más que la sociedad actual perdió valores y sucumbió en el materialismo.
No matemos la magia de la navidad aunque nuestro bolsillo esté vacío. Un abrazo y una sonrisa son suficientes.
Cuando matar se convierte en una forma de corregir un pueblo, o se hace por culto religioso o por poder, la vida pierde valor.
Manuel Zelaya no ha sido el único perdedor de la crisis. Lo fue Hugo Chávez, el bufón de América, que se le está yendo, como agua entre manos, su retorcida intención de crear una revolución continental.