Temo que el oficio de periodista está infectado por la conveniencia. Por las verdades a medias para tapar bazofias o divulgar mentiras completas que dejan utilidades.
Uribe no sólo tendrá que ser investigado por intervenir en política, sino que, si Colombia es un país digno, deberá ser juzgado por los campesinos y líderes comunitarios desaparecidos y exterminados en su gobierno.
En varias ocasiones he ido a Juárez para cubrir noticias sobre la guerra del narcotráfico. Pelean por el poder en esta ruta esencial en el trasiego de la cocaína y la heroína hacia Estados Unidos. En esta ocasión mi visita la anunciaron porque fui invitado a dar una charla a empresarios, con relación a mi libro “Prohibido decir toda la verdad”.
No estoy en contra de Santos. Me acerqué más a él después de ver el ritual extático de Antanas Mockus en la noche en que perdió la primera vuelta. Me da escalofríos cada vez que repito el video donde se asemeja más a un predicador exorcizando que a un candidato presidencial.