Los venezolanos no deben dejar a sus jóvenes solos y es necesario que los ciudadanos vuelvan a las calles pacíficamente para exigir cambio en el poder. Solo el pueblo tiene la fuerza para tumbar el régimen y ayudar a que los líderes democráticos reconstruyan a Venezuela.
Los padres están entre la espada y la pared. O dejar a los hijos en sus países, soportando un futuro incierto, con el riesgo de que sean reclutados por las pandillas o dejarlos caminar hacia el peligro de una migración donde la sobrevivencia es aventurada.
En el escandaloso libro de Gustavo Álvarez Gardeazábal, «La misa ha terminado», el escritor colombiano hurga en la pestilente olla podrida de la Iglesia Católica, sacando olores que muchos quieren esconder con ambientadores caseros.
Felipe VI tendrá que luchar contra graves problemas que agobian a la España del siglo 21. Por ejemplo, el desempleo que supera los 6 millones de parados. Por otra parte, deberá lidiar con las ambiciones separatistas catalanas y vascas, que seguramente se agudizarán en esta coyuntura histórica.