Algunos expertos cuestionan que la Constitución colombiana le da un supra-poder al procurador, tan peligroso que pudiese estar pisando terrenos que no le corresponden y perjudicando la democracia.
América Latina está dando un giro a la izquierda desde hace un poco más de un lustro y la culpa, si es que existe, es de la pésima administración de dirigentes corruptos e ineficaces, que se aprovechan del poder para enriquecerse, olvidando sus obligaciones.