Por años la televisión y el cine han aleccionado a ciertas mujeres para que busquen un hombre rico y poderoso con el propósito de que las sostenga, cuando lo más valioso en una dama es su independencia y libertad.
La izquierda de Latinoamérica aprendió a ser capitalista usando la bandera socialista, lo cual es más rentable y sustancioso que seguir los parámetros del viejo socialismo cubano que tiene sumido en la miseria a su pueblo.
El modelo chavista demostró su fracaso más rápido que el cubano. Lo están viviendo hoy los venezolanos en carne propia y a un alto costo. No es un sistema social, sino populista y opresor, sin ninguna esperanza para el pueblo.
Los dirigentes y la sociedad centroamericana deben señalar a los culpables y poner un escudo para lograr contrarrestar la llegada del narcotráfico que entró a casa como un huésped indeseado.