Nicolás Maduro acusa a los opositores de provocar los incidentes diciendo que “venían preparados para atacar a los diputados de la revolución”. Ellos intentaban restablecer su derecho a hablar. No cuenta que Diosdado Cabello, el líder de la asamblea, censuró y cerró los micrófonos a quienes no aceptaron, a la fuerza, a Maduro como presidente ilegal.
Lo que no comprenden los ingenuos electores en Latinoamérica, es que estos líderes son una nueva burguesía, surgida de un neo socialismo confuso, lo cual es más peligroso para el desarrollo de las naciones. Seducen al pueblo con las mismas promesas de mejorar su estatus de vida y ser justos repartiendo la riqueza a través del control del Estado. Al final, nada diferente a lo que ofrecen los que militan en los partidos de centro y de derecha. Todos se apoderan de las riquezas del Estado, igual que los otros, pero, como se ha demostrado en la historia reciente, la izquierda tiene planes ocultos y con ambiciones de un poder desmedido.