Esta crisis golpea por igual a Europa, que vive un colapso social de graves proporciones. El Reino Unido entró en recesión y España por segunda vez la padece. Ha disminuido la construcción; hay despidos masivos y cierre de fábricas; persiste una excesiva deuda pública y privada y poca competitividad.
La crisis económica y la recesión nociva que afectará a Estados Unidos en los próximos meses y años, será peor que la vivida hasta hoy y la utilizaran como un calculado pretexto para perjudicar al sector más vulnerable del ámbito laboral: los inmigrantes indocumentados.
Los doctores, excepto cirujanos plásticos y dermatólogos que se ocupan de la vanidad humana poniendo siliconas o botox (lujos que no cubren los seguros), están sometidos a un régimen mercantil que no les permite atender con paciencia al paciente.
Quien sólo quiera refunfuñar que se vaya pa’l monte, como decía mi abuela. Quien esté dispuesto a transmitir optimismo, ¡adelante!
Hay algo que huele mal en esta fiesta del billete. Sin duda los banqueros quieren roer el hueso hasta el tuétano, porque ellos no van a perder.
Después de castigar a los culpables de la pérdida de viviendas y dinero de muchos, le corresponde a Obama rehacer la economía. Podría principiar por eliminar el trabajo ilegal, visando a los inmigrantes indocumentados. Con esa fuerza laboral, sin lugar a dudas, podrá recomenzar.
Me percataría que los miles de billones de dólares que se emplean en la guerra, ayudarían a las familias que perdieron o están perdiendo su casa por la crisis inmobiliaria. Esa plata fortalecería las finanzas sin endeudar el futuro de la nación.
No es la primera vez que los latinoamericanos fijamos nuestra esperanza en lo que pasa en las tierras del tío Sam en cada elección presidencial. Es como si quisiéramos recibir ayuda siempre. Pero aquel tío rico que poseía carros lujosos, viajaba por el mundo y de vez en cuando nos mandaba algo para mitigar el […]
En Estados Unidos la avaricia de algunos banqueros ha sido maléfica. Si hubieran negociado con los clientes se habría aliviado la crisis económica.
¿Y por qué mi arroz con salmón depende del etanol?, le pregunté extrañado. “Porque los agricultores están sembrando para surtir la materia prima del biocombustible”. ¿Cómo pudo llegar esta crisis tan rápido, si ese asunto del etanol, está comenzando? “No sé, pero hay gato encerrado”, me respondió.
Si quiere venir a vivir a Estados Unidos, ¡desista! Si un familiar lo llamó y le dijo que la situación en su país es desastrosa y que prefiere cruzar la frontera de mojado o arriesgar la vida en el desierto, o engañar a inmigración con su visa de turista y quedarse en esta »nación de oportunidades», dígale: ¡No sea bobo! ¡Aguántese!