Las investigaciones periodísticas prácticamente desaparecieron. Las entrevistas a funcionarios públicos solo se consiguen a menos que el gobierno tenga interés en difundir propaganda oficial.
Lo que no comprenden los ingenuos electores en Latinoamérica, es que estos líderes son una nueva burguesía, surgida de un neo socialismo confuso, lo cual es más peligroso para el desarrollo de las naciones. Seducen al pueblo con las mismas promesas de mejorar su estatus de vida y ser justos repartiendo la riqueza a través del control del Estado. Al final, nada diferente a lo que ofrecen los que militan en los partidos de centro y de derecha. Todos se apoderan de las riquezas del Estado, igual que los otros, pero, como se ha demostrado en la historia reciente, la izquierda tiene planes ocultos y con ambiciones de un poder desmedido.
El caso de El Universo comenzó el 6 de febrero de 2011, cuando el periodista Emilio Palacio publicó una opinión donde le decía a Correa: “El dictador debería recordar, y esto es muy importante, que con el indulto, en el futuro, un nuevo presidente, quizás enemigo suyo, podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente”.
La actitud del presidente Rafael Correa fue sobreactuada. Hizo el papel de verdulero en plaza de mercado, desgarrándose las vestiduras y gritando: ¡mátenme! Poco antes provocó a los huelguistas en la calle retándolos a liarse a puñetazos.
…Hay que estar atentos a los planes maquiavélicos de Ortega, Correa y el emperadorcito Chávez, que en su esquizofrénica manera de creerse la reencarnación del Libertador Bolívar y repartiendo dinero a diestra y siniestra, está poniendo en peligro la estabilidad de Latinoamérica.