El abominable negocio del terror

Fernando Londoño fue un alfil en el juego político del ex presidente Álvaro Uribe, odiado por muchos y amado con furibunda pasión por otros. Por eso, los hechos son más relevantes. Señalan los detractores que el atentado favorece al ex mandatario porque no ha ocultado que ansía con frenesí el retorno al poder y el terrorismo convence al pueblo de la necesidad de volver a elegir su estilo de gobierno.