Ha fallado el sistema médico. Ha fallado el estricto y a veces insólito esquema de seguridad de los Estados Unidos que no nos permite ni siquiera subir una botella de agua a un avión y está fallando la ciudadanía que todavía ve lejano el peligro aunque pudiese toparse frente a frente con él en cualquier lugar público del mundo.
Aunque los médicos recomiendan lavarse las manos de manera constante para reducir la posibilidad de contagios, pronto aparecerán misteriosamente otras enfermedades que ni el jabón ni el agua las eliminarán.