¡Qué gran novedad! Esto no era un secreto y tampoco un embuste de los activistas antiamericanos que han repetido sin cesar que a todos nos vigilan desde hace mucho años. Solo con poseer un celular nuestra privacidad es vulnerada. Hay cámaras viéndonos por todos lados. El GPS es un espía móvil y la tarjeta de crédito delata a quienes pretenden echarse una canita al aire en un motel con una rubia americana o una morena latina, sean o no pro o contra comunistas.
Las redes sociales vulneran la intimidad y sin lugar a dudas están siendo utilizadas de una manera irresponsable y peligrosa.
Lo más preocupante es que los niños y jóvenes no temen abrir las puertas cebernéticas, porque no ven el peligro inminente. Creen que la distancia y el engañoso anonimato de las autopistas virtuales, los hacen invulnerables.