Sin lugar a dudas, a través de las leyes y del uso malicioso de los vericuetos legislativos, Martinelli, como los otros aspirantes a dictadorcitos de Latinoamérica, pareciera estar tejiendo la red para atornillarse en el poder. Pero, según dicen, ha sido desenmascarado por la oposición unida, alianza que no se veía desde Noriega.