El abominable negocio del terror

Fernando Londoño fue un alfil en el juego político del ex presidente Álvaro Uribe, odiado por muchos y amado con furibunda pasión por otros. Por eso, los hechos son más relevantes. Señalan los detractores que el atentado favorece al ex mandatario porque no ha ocultado que ansía con frenesí el retorno al poder y el terrorismo convence al pueblo de la necesidad de volver a elegir su estilo de gobierno.

La Mano Negra y sus tinglados

Morales envió a la cárcel a varios ex colaboradores de Uribe y están a un paso de un juicio su exjefe de gabinete, Bernardo Moreno y el ex ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias. También ordenó capturar al ex comisionado de paz Luis Carlos Restrepo por la falsa desmovilización de un frente guerrillero de las Farc, con lo que pretendía mostrar resultados en la política de seguridad del gobierno uribista.